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Amanece un nuevo dia... Has descansado con el valor que tiene el silencio y despiertas entre olor a tostadas y el canto de los pajaros... Has amanecido en el paraiso!
Cuando mi padre Jose planto los arboles del jardin, siempre quiso que diesen algo mas que sombra. Así, por ello, recorrerás el jardin entre frutales. El primero que nos recibe es el Avellano, la Tia Elo siempre cantaba el Agua del Avellano, que era una cantinela tradicional. En el centro esta el que da nombre a la casa: El Almendro, y como no podia ser de otra forma era el favorito de Eloisa cuando se salia a leer al atardecer al jardin. En el margen norte se encuentran el manzano, el membrillo, el peral, el cerezo y el albaricoque. Si los pillas en temporada te detienen sus olores, y por supuesto, sus sabores. El primero que comienza la temporada de flor suele ser el almendro y le van siguiendo el resto creando una vision casi onirica entre blancos y rosas.
Seguimos este recorrido y nos encontramos con la centenaria oliva, esta fue la fundadora de la casa y se planto en el año de fundacion de la casa, en 1910. A dia de hoy sigue dando sus frutos para final de diciembre, y seguimos recogiendo su aceituna, de tipo gordal, que aliñamos fielmente con la receta de La Julia.
Junto a la piscina encontramos la noguera, que es quien abastece de sombra las tardes de piscina y mojitos. Parece increible que de tantas nueces y tan buenas!
Un paseo que sin duda te recomiendo que realices lentamente, intentando recordar el tacto de sus troncos, la forma de sus hojas y el olor de sus frutos. Disfruta de los pequeños placeres.